Lancelot y Merlin
Lancelot era un alto funcionario de la corte del Rey Arturo. Desde algún tiempo atras, alimentaba un deseo de disfrutar de los voluptuosos senos de la Reina, hasta extasiarse.
Un día le reveló su deseo secreto al mago Merlín, consejero del Rey, y le pidió que lo ayudara. Después de pensarlo bien, Merlín estuvo de acuerdo en ayudarlo a cambio de mil monedas de oro; Lancelot acepto el precio.
Al día siguiente, Merlín preparó un polvo que causaba comezón y lo derramó en el sostén de la Reina, que había dejado fuera mientras se bañaba. Poco después comenzó la picazón en su pecho y aumentaba en intensidad a medida que pasaban las horas, lo cual dejó al Rey muy preocupado.
En seguida llamaron a Merlín para solicitar su opinión sobre el caso, a lo que él contestó que solamente una saliva muy especial, aplicada por un período de cuatro horas, curaría el mal. Merlín también dijo que afortunadamente esa saliva podría ser encontrada en la boca de Lancelot.
El Rey Arturo mandó a llamar a Lancelot inmediatamente quien por las siguientes cuatro horas se dedicó salvajemente a los senos de la Reina. Así Lancelot hizo realidad su sueño.
Satisfecho, Lancelot se encontró horas más tarde con Merlín, pero como la misión ya estaba cumplida, se rehusó a pagar al mago. Lancelot estaba seguro, por supuesto, de que Merlín nunca le contaría al Rey la verdad. Pero, al día siguiente, Merlín puso el mismo polvo en los calzoncillos del Rey, quien inmediatamente mando a llamar a Lancelot...
Un día le reveló su deseo secreto al mago Merlín, consejero del Rey, y le pidió que lo ayudara. Después de pensarlo bien, Merlín estuvo de acuerdo en ayudarlo a cambio de mil monedas de oro; Lancelot acepto el precio.
Al día siguiente, Merlín preparó un polvo que causaba comezón y lo derramó en el sostén de la Reina, que había dejado fuera mientras se bañaba. Poco después comenzó la picazón en su pecho y aumentaba en intensidad a medida que pasaban las horas, lo cual dejó al Rey muy preocupado.
En seguida llamaron a Merlín para solicitar su opinión sobre el caso, a lo que él contestó que solamente una saliva muy especial, aplicada por un período de cuatro horas, curaría el mal. Merlín también dijo que afortunadamente esa saliva podría ser encontrada en la boca de Lancelot.
El Rey Arturo mandó a llamar a Lancelot inmediatamente quien por las siguientes cuatro horas se dedicó salvajemente a los senos de la Reina. Así Lancelot hizo realidad su sueño.
Satisfecho, Lancelot se encontró horas más tarde con Merlín, pero como la misión ya estaba cumplida, se rehusó a pagar al mago. Lancelot estaba seguro, por supuesto, de que Merlín nunca le contaría al Rey la verdad. Pero, al día siguiente, Merlín puso el mismo polvo en los calzoncillos del Rey, quien inmediatamente mando a llamar a Lancelot...
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